sábado, 28 de mayo de 2011

Como elegir una cerradura


Las cerraduras para puertas son el primer mecanismo para proteger la casa y nuestras pertenencias, existen distintos modelos, cada uno de ellos responde a diferentes necesidades y requerimientos.

Pero antes de ahondar en los detalles de estos elementos debemos definir lo que es una cerradura; técnicamente es un mecanismo de metal que puede incorporarse a puertas y cajones tales como cofres, puertas, ventanas y armarios.

El objetivo de las cerraduras es impedir que algún extraño pueda abrirlas y de esta forma sentirnos protegidos; las cerraduras para puertas funcionan de la misma forma que una cerradura común, necesita de una o más llaves para poder abrirse.

Según reportes, en uno de cada dos robos en vivienda los ladrones entran por la puerta principal. De ahí la importancia de invertir en una muy buena cerradura para convertir dicha puerta en el primer obstáculo para cualquier intruso. Los modelos blindados y las cerraduras con varios puntos de anclaje son la solución más práctica para evitar robos.

Es habitual que las puertas exteriores tengan cerraduras embutidas o en cajas, situadas en el lado estrecho de la puerta. Las interiores cuentan con mecanismos más sencillos y comúnmente se abren con una perilla, aunque también es posible instalar ahí cerraduras con llave.

La adquisición de una buena cerradura requiere de un asesoramiento previo para distinguir los materiales y el sistema de protección contra intrusos. Debes verificar la resistencia y que cumpla con todas las medidas de calidad y garantía de parte del fabricante.



Una cerradura para cada puertaElegir e instalar una cerradura implica poner atención en las necesidades que tienes y el nivel de seguridad que ofrece el producto, para ello te presentamos algunos de los modelos más comunes y su principal uso:

• Tubular.- Está compuesta por un sistema monobloc. El picaporte y la cerradura forman parte de un mismo mecanismo. Cuenta con un botón que permite cerrar la puerta desde el interior o un orificio en ambos lados para llave. Esta cerradura es habitual en el baño de la casa o en una habitación que se quiere cerrar por dentro. Eso sí, hay que tener cuidado porque el pestillo se puede enganchar y quedarnos encerrados en el cuarto.

• Embutidas o empotradas.- Se encajan en el lado estrecho de la puerta o canto. Se emplean sobre todo en puertas exteriores acorazadas, de madera o metálicas. Es el sistema más utilizado en las viviendas. Se abren mediante una manilla que se coloca en el interior y, al girar, retrae el pestillo. En el exterior queda el embellecedor, sin manilla. La principal ventaja es que no hace falta cerrar con llave para que la puerta quede bloqueada, aunque hacerlo aporta más seguridad. El mayor inconveniente es que la hoja se debilita debido a la necesidad de ahuecarla para instalar la cerradura.

• Sobrepuestas.- Cuando no es posible encajar una cerradura en la puerta porque ésta es demasiado estrecha (menos de 40 milímetros de grosor), la cerradura se coloca a la vista o sobre la propia puerta. Este sistema se utiliza comúnmente en las puertas exteriores (en un patio o jardín, por ejemplo) y se fija por el interior, que dispone de un tirador para abrir. No debilita la hoja pero el principal inconveniente es que resulta más fácil de forzar que otros modelos. Basta con quitar la cerradura, sin dañar el marco o la puerta, para que ésta se abra.

• Cerraduras de seguridad.- Puedes elegir las de embutir o sobreponer. Según las necesidades de seguridad, se colocan con un mayor o menor nivel de protección, con más o menos anclajes. Suelen contar con sistemas antiganzúa. Son cerraduras habituales en las puertas blindadas o dobles. Son muy prácticas en el hogar o en las casas de descanso, que están deshabitadas durante mucho tiempo.

• Cilíndricas.- Se emplean en las puertas exteriores, con un cilindro bombín (donde se introduce la llave) de pera o perfil europeo. Son las más frecuentes en una vivienda, pero también suelen instalarse en comercios, oficinas o edificios que exigen un nivel mayor de seguridad.

• Multipunto.- En puertas macizas o blindadas incrementan la seguridad gracias a los puntos de anclaje (de tres a cinco). Estos puntos se colocan tanto en el lateral como en la parte superior e inferior de la puerta. Así se consigue 'engancharla' al marco y dificultar el acceso de los delincuentes, aunque también será más caro abrirlas si olvidas las llaves y hay que llamar a un cerrajero. Estas cerraduras son un poco más caras.

• De Borjas.- Son más fáciles de forzar con una ganzúa, pero cuesta abrirlas con otros sistemas. Actualmente tienden a desaparecer, ya que cuando se desgastan son complicadas de duplicar y se enganchan más fácilmente.

• Electrónica o digital.- Son las más modernas. Se abren y bloquean con un código, una tarjeta o, incluso, la huella digital. Su uso todavía está limitado a edificios con medidas especiales de seguridad u hoteles, aunque también se pueden instalar en una vivienda y programarlas gracias a la domótica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.